Sebastián Briscioli: «En Las Flores me encontré con personas más humanas»

A pocos días de culminar con su labor parroquial en nuestra ciudad, tras un año y medio siendo el párroco de la iglesia Nuestra Señora del Carmen, estuvo en el piso de la radio el presbítero Juan Sebastián Briscioli, quien en pocos días volverá a su ciudad natal, Olavarría, donde ejercerá su función en la iglesia San José . Martín Ripa será el nuevo cura a partir de la semana que viene.

El domingo celebrará la última misa en nuestra ciudad, donde se despedirá de los fieles. «No me animo a hacer un diagnostico de la ciudad. Sí puedo decir que me he sentido querido por muchas personas», destacó.

Pensando en su paso por el templo, indicó «no conozco tanto cómo era antes la iglesia. Ojalá todo el mundo se acerque a Dios y a las misas. Pero el foco que yo tengo es tratar de vivirla. Sin eso, no sé si es necesario congregar tantas personas. Lo valioso es que realmente se viva, me he esmerado mucho en eso».

También explicó la razón por lo cual el Obispo de Azul decidió hacer este cambio. «Muchos tienen que ver con que algunos sacerdotes que tenemos padres grandes, podamos estar cerca de ellos. La idea es que el sacerdote se sienta cómodo y hay algunas parroquias que necesitan un perfil de párroco, además de otras cosas que a veces no se dicen, como la salud de familiares, por ejemplo». «Una vez que anuncie la asignación del obispo, la cual yo acepte, la gente en general me dice que se alegra de que esté con mis papás, que están bien. Me dicen que les hubiera gustado que esté más en Las Flores, pero que se ponían contentas por esa cuestión», agregó el párroco.

También, reflexionando sobre su futuro, sostuvo que el mismo depende de la santidad con que uno pueda vivir. «No pretendo ser obispo, lo mío es otra cosa. Hay otras maneras de servir. En mi caso, desde el 2006, soy profesor de la arquidiócesis de Mercedes. Allí hay muchos seminaristas. Y me he dedicado mucho a eso. Si fuese obispo no podría hacerlo. Creo que Dios me llama a eso», remarcó el padre.

Por otra parte hizo hincapié en su gusto por la música, aseverando que extrañara tocar el órgano tubular de nuestra ciudad.

«Me llevo muchos recuerdos, personas muy amables. En la calle todas las personas me han saludado muy bien. Hay mucho respeto en los medios y mucha amabilidad en el Hospital. Esas cosas en otras ciudades no pasan. Acá son más humanos», concluyó Juan Sebastián Briscioli.