Billetera antirrobo con genética argentina

Al igual que el invento del ómnibus, la birome, y el dulce de leche, la billetera antirrobo tiene el sello argentino, desde algún lugar producto de la capacitación y necesidad de nuestro país. Desde El Periodístico, dialogamos con Adam Baliña, inventor de la billetera antirrobo, y de las baldosas que generaría energía, para los espacios públicos.

“El primer invento fue a través de un hecho personal -dijo el joven inventor- por perder la billetera; si bien la recuperé, pensé a partir de allí que hubiera pasado si no la encontraba”, confesó el joven oriundo de Tres Arroyos, quien terminó el secundario allí, luego continuó en la Universidad del Centro con la carrera de Ingeniería en Sistemas. “Actualmente la tengo suspendida porque el proyecto de la billetera electrónica, se está llevando a cabo en China, tengo una diferencia de horarios en 12 hs. y no me dan los tiempos”, agregando “para septiembre se lanzará en ese país y tengo previsto viajar antes para ver todo, y corroborar en la etapa final, como a mí me gusta”.

“La idea es no perderla, por lo tanto esta lleva un sensor que se conecta a tu a través de Bluetooth, y es localizada por un mapa, al separarse de nosotros nos llega al celular un mensaje para ubicarla”.

También durante las entrevista nos contó sobre su proyecto de energías renovables “Ahora estoy en la energías renovables, investigando. Y si bien tuve repercusión, luego tuve que buscar ayuda extranjera”, para implementarlos “estamos trabajando en conjunto, con los técnicos de China y ellos diseñan lo que les pido. Ahora estoy en contacto con Estados Unidos, y allí he patentado mis productos”.

Todo lo que es patente de diseño tienen un gran andamiaje, interno y externo por lo tanto dijo “es allí donde la patente de diseño se complica y por eso estamos ternando los dibujos y las patentes duran un año y medio”, explicó.

Sobre el nuevo proyecto de la generación de energía alternativa nos informo “Los pisos eléctricos que generan energía para los lugares donde hay mucho tránsito de personas, pueden generarlas para bajar el consumo, y es para zonas de alto transito. Se convierte la energía que se gasta en caminar a través de una pieza eléctrica. La idea es colocar sensores debajo de nuestras baldosas, y a través de una energía mecánica se convierte en electricidad almacenada en una batería para consumir en espacios públicos”.

“Cada paso puede producir 8 wats, y luego depende del peso y la fuerza con la que se pise, no genera la misma energía un chico que un adulto; se trabajara en un peso estándar de 65 kg”.

Al comentar sobre su actividad pública señaló “El año pasado los profesores me felicitaron y tuve varia charlas en las facultades de Económica, Exactas; y este último año he dejado la facultad y estoy trabajando con China y no me puedo dedicar ese tiempo. La idea es ir a China entre septiembre y octubre para hacer un control de calidad de producto, y no es lo mismo que hacerlo con una llamada de Skype. Ahora estamos viendo si puede ir a dar una charla en el TX del Rio de la Plata para octubre y vamos a ver si se da”.