Andrea Izzo-Capella, de «Mujeres Rurales», destacada por la Agencia Télam
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La Argentina «está muy bien posicionada» en el proceso del cambio de paradigma de la moda que se profundizó a partir de la pandemia de coronavirus y se basa en los principios del Slow Made, un movimiento creado en Francia que prioriza «la práctica sustentable, el cuidado del medioambiente, la valoración de lo artesanal, el lujo sustentable y el consumo responsable», explicaron los organizadores del Segundo Congreso Ibero Latinoamericano de Diseño (Cilad), que finaliza este miércoles. Cientos de trabajadores de la industria de la moda de más de 20 países de la región ibérico latinoamericana se congregaron en el encuentro, un «espacio de reflexión virtual» según dijo a Télam uno de sus organizadores, Francisco Ayala, quien preside la Cámara Argentina de la Moda, una institución con 117 años de historia, y que junto a la diseñadora y arquitecta Andrea Izzo-Capella crearon esta iniciativa durante la pandemia. «En el congreso reflexionamos en torno al cambio de paradigma del sistema hegemónico de la moda que se vive en el mundo», explicó Ayala. El sistema hegemónico de la moda se vincula a prácticas corporativas que perjudican el planeta, el medioambiente y no respetan ninguna condición de lo humano, y este «no es el caso de la Argentina, ni en la región», destacó el diseñador. En cuanto a la sustentabilidad: «Argentina tiene mucho para ofrecer», y frente al proceso de cambio de paradigma «está muy bien posicionada porque no tiene una mega industria, escalas depredadoras, ni estas prácticas», explicó. En el mundo de la moda, «Argentina se destaca por el diseño y la creatividad, pero no por su capacidad productiva», remarcó Ayala. En este aspecto, la diseñadora directora general del congreso, Andrea Izzo-Capella explicó que «la producción de telas es la asignatura pendiente en nuestra cadena productiva porque diseñamos y confeccionamos, pero estamos supeditados a conseguir la tela y, en la mayoría de los casos, no la conseguimos, varía la calidad o el mercado se cierra porque el dólar sube». «El concepto de slow made, el hacer despacio, con disfrute y sin derroche es lo contrario al concepto de fast fashion, ropa rápida y ordinaria, e incorpora el concepto de sustentabilidad», explicó Izzo-Capella, quien también fundó un centro cultural y de diseño llamado «Mujeres Rurales» con esta idea de fondo en la localidad bonaerense de Las Flores.
Fuente: Télam