«Tano» Falasco: «Tengo un corazón donde guardo desde el primer hasta el último alumno que tuve»

Esta mañana se llevó a cabo un acto para formalizar la imposición de nombre del playón deportivo «César Antonio Tano Falasco», el cual se encuentra en la calle Vidal entre Alsina y Belgrano. Estuvieron presentes el intendente, Ramón Canosa; el presidente del Concejo Deliberante, Federico Alejandro; el Secretario de Deporte, Diego Blanco; el concejal, Emiliano Paz y el profesor de Educación Física, César Falasco, a quien se lo homenajeó por su larga trayectoria en lo deportivo; además de público en general.

El primero en tomar la palabra fue el presidente del Concejo Deliberante, prof. Federico Alejandro quien expresó «qué mejor que este espacio verde lleve el nombre de César Antonio Falasco. Fue una iniciativa de Emiliano Paz y con mucho beneplácito se aprobó de forma unánime. Hablar de él es hablar de vocación, compromiso, solidaridad. Todos lo tuvimos como profe de Educación Física y sabemos el nivel de exigencia que nos inculcaba en sus clases, además de los valores y las reglas. Y eso es muy bueno. Es un placer enorme que este espacio lleve su nombre».

Luego, el intendente Ramón Canosa, siguiendo la misma línea, manifestó «sé lo que ha sido como docente. César nos enseñó que no es lo mismo ganar que perder, nos inculcó el sentido competitivo. Nos enseñó que para ganar hay que tener mucho compromiso». «Muchos chicos de Las Flores conocieron el mar gracias a él, a sus campamentos. De mi parte agradezco a Emiliano por la iniciativa», sostuvo emocionado y satisfecho por el hecho en cuestión.

A continuación, el profesor y concejal Emiliano Paz entregó en manos del «Tano» la ordenanza que decreta la imposición del nombre para pasar a descubrir la placa del playón.

Entre lágrimas, Cesar declaró «yo les agradezco este momento. Si algo desearía es volver a nacer y que Dios me diera todo lo que me dio en la ciudad de Las Flores. Fui muy loco, muy impulsivo, pero mis alumnos, las instituciones, mis compañeros, me fueron encaminando y me hicieron muy feliz». «No tengo celular pero tengo un corazón donde guardo desde el primer hasta el último alumno que tuve en mi vida», concluyó emocionado.