Vacaciones: Crece la moda de alquilar entre varias familias, para gastar menos y compartir el verano
4 minutos de lecturaSe buscan casas grandes, que cuentan con más servicios como pileta, consolas de juegos y jacuzzi. Dicen que así ahorran en salidas y comparten la cuenta del súper.
Como rebusque para abaratar costos o como una opción divertida, crece la modalidad de las vacaciones “polifamiliares». Consiste en que dos o más familias amigas compartan una sola casa con varias habitaciones, en vez de alquilar por separado.
“Muy por el contrario de lo que se podría pensar, las casas y cabañas de capacidades importantes, de 8 a 15 personas, son las que tienen mayores niveles de ocupación desde siempre, pero de manera más pronunciada en las últimas temporadas», sostiene Eric Barbero, co fundador de AlquilerArgentina.com.
De las 1.253 casas publicadas en ese sitio, el 49,8% son para dos familias, ya que entran más de 8 personas. Respecto a la ocupación, actualmente las casas grandes tienen una reserva del 82% y las chicas o para familias individuales están reservadas en un 78%. «La tendencia en 2016 era similar, pero está más acentuada este año. Tanto en la cantidad de casas polifamiliares que se ofrecen (el año pasado eran un 40% del total), como en el nivel de reservas (el año pasado era entre un 65% y un 70%)», explican.
Laura y Ángel Córdoba, vecinos de Morón, desde hace años veranean entre cuatro familias amigas, todas en la misma casa. Las mujeres se conocieron en el jardín maternal de sus hijos y se hicieron muy amigas. Luego incorporaron a los maridos y los chicos –que ya tienen 12 años– continuaron la amistad. La primera vez hicieron una «prueba piloto» de cuatro días. «Alquilamos una casa muy chica, pero la pasamos genial. Después empezamos a irnos 15 o 18 días a casas mucho más grandes, con piletas y quincho, a todo trapo. Ya fuimos a Pinamar y a Ostende. En general, buscamos que haya cuatro habitaciones para cada matrimonio y a los chicos los vamos acomodando en las habitaciones o en el living», explican.
«Los chicos la pasan bárbaro, son muy amigos y compinches entre sí, se mueven en bloque. Nos llevamos muy bien entre todos porque hay reglas muy claras y nos complementamos. Hay dos que cocinamos, otro lava, otro hace las compras en el supermercado, y está al que le gusta hacer asados. La clave es que haya pautas de convivencia claras», agregan los Córdoba.
Entre quienes alquilan mega casas, los destinos favoritos son Pinamar, Ostende, Monte Hermoso y Villa Gesell. El costo va de los 2.800 a 3.500 pesos por noche. Por ejemplo, se puede conseguir una vivienda en Santa Rosa de Calamuchita con tres dormitorios, dos baños, parque y pileta, donde duermen hasta 15 personas, por 3.200 pesos la noche y con una promoción de 8 noches por 19.900 pesos.
Hacer una «vaquita» playera es una opción interesante para el bolsillo. Por noche, una casa de 3.500 pesos para 15 visitantes cuesta 235 pesos por persona. En cambio, una casa más chica –que cuestan en promedio de 1.700 a 2.000 para una familia de cuatro integrantes– asciende a 425 pesos por persona. Casi el doble.
En un viaje polifamiliar, además de ahorrar en el alojamiento, se comparten las comidas en casa y las compras en el supermercado. También se reducen las salidas, porque los chicos se divierten juntos y porque estos hogares suelen estar equipados con jacuzzi, metegol, ping-pong, playstation, juegos de mesa, parque y piscina. Entre las posibles contras, podría pensarse en la pérdida de intimidad.
Las casas son una opción fuerte al planificar dónde dormir. El 40% de los argentinos prefiere alojarse en una casa o departamento en vez de en un hotel, según una encuesta de Booking.com entre 500 personas que viajaron en los últimos 12 meses o planean hacerlo en los 12 próximos. El estudio concluyó que los alquileres temporarios van a ganar más popularidad durante 2018.
En el caso de Mar del Plata, son más las personas que duermen en casas o cabañas que en hoteles. Consultado por Clarín, Miguel Angel Donsini, presidente del Colegio de Martilleros y socio de una inmobiliaria en el bosque Peralta Ramos, explica que «hay 80.000 propiedades con 300.000 camas, contra 80.000 camas hoteleras». Asegura que las primeras casas que se alquilan son las de más calidad: con pileta, buena ubicación y servicios.
Quien no duda en abrir las puertas es Yésica Sallenave, de Chascomús. Son tres familias –la de ella, la de su hermana y la de la cuñada de su hermana– que desde hace años van a Pinamar en la primera quincena de febrero. «Tenemos muy buena relación entre los grandes y los chicos se llevan súper bien. La verdad que nos resulta más entretenido pasar 15 días juntos que estando solos. Tomamos esa decisión y nos encanta, sobre todo a los hombres que les gusta hacer asados», explica.
Para Sallenave, la decisión «no es tanto por una cuestión de ahorro» sino que su objetivo es divertirse. «También aprovechamos y estamos en la misma quincena con otras familias más que están en otras casas, todos amigos o conocidos, y la pasamos todos juntos», comenta. Porque la casa es grande, y el corazón lo es mucho más.
Fuente: clarin.com