Los mineros listos para bajar cuanto antes al pozo para llegar al pequeño Julen
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Termina una obra compleja, de meses, hecha con la urgencia que impone un rescate. Una suerte de carrera de obstáculos donde la montaña, cada vez, parecía más grande. Esta noche, sobre las cinco de la madrugada, el equipo técnico que trabaja en el rescate del pequeño Julen, que cayó a un pozo en Totalán el pasado día 13 cuando celebraba un día de campo en familia, ha terminado, por fin, el encamisado de la galería vertical de 60 metros construida para llegar hasta él.
Tras culminar este trabajo, se está procediendo a añadir los 12 metros de tubo sobre la boca del túnel y a rellenar el espacio alrededor de este cilindro para crear la plataforma de acceso en esa citada cota, según han informado desde la Subdelegación del Gobierno. Mientras tanto, a las 9 de la mañana, el grupo de la Brigada de Salvamento Minero ya había llegado a la zona para bajar cuanto antes por el pozo y abrir la galería horizontal hasta el niño.
Las características del terreno, el traicionero complejo maláguide, donde se intercalan capas blandas de pizarra y arcilla con rocas subvolcánicas de extrema dureza, ha complicado sobremanera la ejecución de ese pozo de 60 metros que, junto a los 23 del rebaje previo (esa cráter excavado en la montaña que sirve de plataforma de trabajo), dan una profundidad total de 83 metros. Los mineros acometerán el rescate desde una ventana ubicada en la franja de -72 o -73 metros. De ahí hacia abajo es caldera, esto es, el lugar donde arrojarán los escombros de su excavación.
La construcción del pozo ha tardado, en total, cuatro días y medio. Unas 111 horas de trabajo. La mitad de ellas se invirtieron en la perforación, que se complicó a partir de la cota -22. La otra mitad, en el perfilado de las paredes del pozo , ya que los tubos destinados a «encamisarlo» para que pudieran entrar los bomberos se atascaban en los salientes. La solución de urgencia la encontraron ayer los técnicos, que decidieron reducir el grosor de los tres cilindros del último tramo (la caldera) para que no tocaran con esas aristas de la roca.
Anoche, a las 22.30 horas, los operarios volvieron a colocar los 42 metros ya soldados de entubado (7 tramos de 6 metros) en el interior del pozo y después, con precisión quirúrgica, introdujeron y soldaron, uno a uno, otras tres piezas de 6 metros (total, 18) a las que se les había reducido la sección (grosor). La maniobra, probablemente una de las más complejas y delicadas de la obra que se está llevando a cabo, ha terminado a las cinco de la madrugada. Han comenzado ya las labores de relleno de tierra para recrecer esos 12 metros que piden los mineros para crear una plataforma de trabajo más estable, un trabajo que se prolongará unas horas más. Si no sucede nada más, los mineros pueden iniciar la última fase del rescate del pequeño Julen esta misma mañana.
Fuente: DiarioSur.es