Bodega y viñedo “La Blanqueada” se proyecta con la plantación de más de 1000 esquejes entre ellas Tannat
4 minutos de lectura
Después de mostrar sus cualidades sobre el escenario en la fiesta del Cordero Deshuesado, invitamos al piso de la radio titular de Bodega y ahora viñedo La Blanqueada Mauricio Propato.
“Muy contentos de estar acá para contar todo lo que estamos haciendo en la bodega. La idea es movernos mucho en los eventos donde somos invitados ya sea en lo público o lo privado, este año asistimos a distintos eventos donde pudimos presentar nuestros productos. Y por supuesto, siempre en representación de Las Flores”.
Sobre los proyectos que tiene La Blanqueada, dijo: “La uva se reproduce por esqueje en forma asexual de otras plantas de uva, si bien en 2021 arrancamos como bodega fuimos desarrollando la idea de tener nuestro propio viñedo que no es tan fácil fuera de un clima seco, es difícil pero posible con un gran desarrollo, hace dos años atrás hicimos reproducción de plantas con “pie franco” que es cuando la raíz que produce esa planta es propia de esa variedad. Decidimos hacer un desarrollo más formal y proyectar un viñedo haciendo un análisis de suelo y agua. Lo que nos recomendaron implantar plantas parecidas a lo que siembra en el litoral o Uruguay, por esto plantamos 1.014esquejes, entre ellas Tannat , que es de Uruguay que este país es reconocido en el mundo. Esa cepa se empezó a plantar en el litoral, también en Buenos Aires y son cepas que se adaptan muy bien al clima húmedo…En la provincia hay suelos ricos en nutrientes, sobra el alimento, lo que tenemos acá en Las Flores es que hay buena amplitud térmica, pero el problema es el exceso de humedad, eso hace que las plantas se enfermen más con hongos que en Cuyo que no tiene ese problema. Acá lo que hay que hacer es plantar cepas que se adhieran a zonas húmedas. Hoy en día optan en plantación en alambrados con plantas que se abren en brazos y no en parral. Así se cosecha mejor y se trabaja mejor en el viñedo. Se logra sanidad con el viento. Se separa las plantas para que circule bien el viento”. Decía.
Sobre el lado de la inversión, dijo: “La inversión es a futuro, nosotros trajimos plantas clonadas, injertadas, trabajamos con un vivero francés con sucursal en Mendoza. Para nuestro caso, ellos con toda la información que dan hacen un injerto de otra vid. Se usan plantas americanas para el pie que son resistentes, son caras hasta en el cuidado para producir, si bien las plantas empiezan a producir bien al 4to año, al segundo año se le sacan esas uvas para que no pierdan fuerza y al tercer o cuarto año se empieza con la cosecha…En el octavo o décimo año alcanza la plena madurez…son parecidas a uvas chinches con mucha piel, mucho tanino, más azúcar que las uvas de mesa. Después de la fermentación se convierten en alcohol. Otra cepa que plantamos se llama Marcelan que no es bien conocida, se cruza con garnacha y con cabernet Sauvignon, se logra un vino adaptable a zonas húmedas. Son vinos de guarda, muy buena calidad y son muy frutados, son una cepa muy interesante. Esa cepa va a ser un emblema del litoral y centro y norte de Buenos Aires…”
Sobre el suelo que necesitan, dijo: “Tiene que ser un suelo que drene. Cuando plantas en llano tenés que tomar ciertas medidas para que el suelo no quede encharcado, como hacen en cuyo con la acequias. La planta de vid cuando brota necesita muchísima agua con riego cada 3 o 4 días. Siempre es mejor que la planta se hidrate por raíz y que no reciba agua por la hoja. Hay que hacer desniveles para que el agua drene”.
Sobre el añejamiento, dijo:
“¿Si la guardaré en barriles? Tengo Vaya Prohibida que no se cría en madera. Queremos que salga más frutado que se sienta más el varietal. La madera los cría diferente pero se aleja un poco del varietal en sí, como que le saca el sabor de la fruta propia. Las barricadas siempre son de roble, en Argentina han empezado a fabricar barricas con maderas del sur argentino. La barrica viene tostada, se arma, se tuesta y lo que se hace es una limpieza que es más difícil. Se limpia a la antigua con vapor que despega los ácidos, los afloja, se enjuaga con agua bien caliente y antes de llenarla se usa el azufre que es mata hongos y bacterias, no queda nada. Se quema azufre, se tapa, el vapor hace su trabajo y así por varios días”. Remarcaba Mauricio Propato.
