En Newton se celebró la misa con la presencia del obispo Liébana
3 minutos de lecturaPerteneciente a la diócesis de Chascomús, el obispo monseñor Juan Ignacio Liébana estuvo presente en la Capilla “Santa Ana” de Newton. Como cada sábado por medio, en dicha localidad se realiza una misa, normalmente asistida por el cura párroco de la localidad de General Belgrano Presbítero Juan María, la misma participó gente de G. Belgrano, Pje. Rosas y Belgrano. Al finalizar se compartió una merienda y se llenó el libro de actas, ya que, desde su última restauración, la capilla es la segunda vez que es visitada por un obispo. En LA RADIO, hablamos con Liébana.
“Compartimos la eucaristía con esa comunidad con gente de Belgrano, Rosas y Las Flores, si bien es lindo celebrar la misa en la ciudad hacerlo en el campo tiene su encanto. Me hizo recordar a mi estadía en Santiago del Estero donde también había muchos pueblos. Creo que todos o casi todos los obispos de Chascomús estuvieron alguna vez en Newton donde tienen un libro de actas que cuenta la historia de los obispos que visitaron la capilla. Yo estaba de cura de pueblo, soy oriundo de Capital Federal donde me consagré sacerdote, estuve 4 años, el entonces luego le pedí al obispo de Bs. As. en ese entonces Jorge Bergoglio ir de cura misionero al norte del país, ya que hacían falta curas allí. Tenía salud y entusiasmo para brindarme y ser generoso con los recursos, sentí un llamado de Dios y fueron 15 años muy felices. El año pasado me sorprendió un llamado donde el Papa Francisco me designó obispo de Chascomús. ..Me tomé un tiempo para pensarlo ya que era como un reconocimiento por lo que brindé todos esos años. Era un desafío también. Vivía en el departamento de Alvear, cerca del Chaco, estaba muy contento allí…Tengo 47 años y ser obispo a esa edad significa mucho, todo me llegó muy temprano a mi vida, a los 6 años tomé la comunión, a los 27 años ya era sacerdote, a los 4 años de ser cura ya me fui de misionero. Todo lo inicié de muy joven. Pero sentí un llamado de Dios de salir de la zona de confort y brindarme a los pueblos rurales. Dejé todo espacio tan lindo y ahora estoy contento y entusiasmado con las parroquias del interior y a raíz de la fiesta de Santa Ana el padre Juan María me invitó a celebrar la misa…” Consultado por sus ambiciones en la iglesia por su consagración como obispo tan joven, dijo: “Mis ambiciones son poder servir a la gente, para entender nuestra vocación que es distinta. Si un operario ingresa a una empresa tal vez sueño con llegar a ser empresario un día. En nuestro caso es diferente hay otro tipo de responsabilidad, tomar decisiones y resolver cosas delicadas. Pero también la alegría como es compartir una misa en Pje. Newton. Es como cuando uno se convierte en padre. Hay más responsabilidades. Lo nuestro no es una carrera que va haciendo. Lo deja en claro el Papa cuando nos dice que es un servicio, que no hay parroquias de primera, segunda o tercera clase. El ejemplo es cuanto más bajo y humilde es mucho mejor… La misa de escritorio nunca la vi, yo elijo ver la iglesia que nos propuso Jesús, del servicio y el amor. Como aquellas personas que están en los comedores, roperitos, ayudando a todo aquel que tenga problemas. Tratamos de cada día superarnos y ser mejor…” Sobre el mensaje en la homilía de la capilla, dijo: “En la homilía hablamos de cuando Jesús nos enseña a no doblegarnos en las dificultades, él nos alimenta con su palabra para ser fuertes y personas de bien. Nos enseña a no desanimarnos, él nos invita a levantarnos y ponernos de pie porque queda mucho por caminar. Alimentarnos de las cosas que nos hacen bien…” Remarcaba.
AUDIO COMPLETO DE LA ENTREVISTA A MOSEÑOR JUAN IGNACIO LIÉBANA