Historias: Las chicas que vencieron a la madrugada
3 minutos de lecturaBlanca y Ayelén son amigas desde la infancia y comparten el mismo empleo. Limpian calles de nuestra ciudad, desafían las hojas del otoño y el día a día que las encuentra siempre juntas tratando de cumplir con la tarea encomendada.
Por Flavio Iacomini
Domingo, cinco de la madrugada y la misión empieza. Blanca (19) y Ayelen (20), toman sus carritos, los cepillos y a la calle. No importan el frio o el calor, solo los días de lluvia son los que impiden que estas dos jóvenes florenses realicen sus trabajos cotidianos en el área de Servicios Urbanos que depende de la Secretaría de Obras y Servicios Públicos del Municipio de Las Flores.
“Mi mamá me decía que no iba a durar ni una semana. Siempre me gustó dormir y me levantaba tarde, pero sin embargo acá estoy” es lo que dice sonriendo Blanca mientras Ayelén acota “A mí me decían lo mismo”.
La avenida San Martin está cubierta de hojas en varios sectores de una de las cuadras cercanas a la plaza Bartolomé Mitre. En un rato pasa a lucir estupenda de limpia. Las dos jóvenes se apuran porque también deben barrer un par de calles que cruzan la arteria principal. “Venimos a trabajar hoy domingo porque nos dan otro día libre” es lo que le cuentan al cronista.
Las dos jovencitas, de Lunes a Viernes, se encargan que las calles Santamarina y Wilde, luzcan impecables.”Un día controlamos y nos llevó cuatro horas limpiar de punta a punta la Santamarina” afirman.
Las dos dejaron la secundaria a medio terminar y debieron salir a trabajar pero se ilusionan con poder finalizar sus estudios. “SI que queremos terminar” responden al unísono ante la pregunta de este periodista.
“Es impresionante como se juntas las hojas. Días pasados barrimos tanto que hicimos una montaña gigante” es lo que también cuentan.
El otoño las tiene a maltraer y dicen que les molesta ver tantas hojas en la vereda. Por el confinamiento y los negocios a medio abrir, la gente poco barre es esa zona de la avenida principal de la ciudad.
Les cuesta mucho ponerse para la foto, no obstante, en su complicidad aceptan ”Esto solo nos pasa a nosotras” es lo que hablan entre ellas y se sonríen.
¿En sus casas que les dicen?”Que somos las barrenderas de la familia”. Parecen felices por hacer su tarea en el frio de la madrugada dominguera. Esa es la sensación que dejan.
Blanca y Ayelén, dueñas de dos historias de vida de jóvenes de nuestro pueblo que apuestan por el trabajo y que no dejan de pensar en sus sueños y desafíos personales.
“Dale, vamos a apurarnos a barrer” se dicen y doblan con sus carritos por calle Hipólito Yrigoyen.
Mañana lunes 5 A.M de vuelta al ruedo. A desafiar el otoño y también la vida. La primera batalla ya la ganaron: cuando nadie creía, vencieron a la madrugada.