Las 25 leyes más absurdas del mundo
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Son muchos los que afirman que la realidad supera muchas veces a la ficción, y en este caso tienen mucha razón. En las constituciones nacionales todavía permanecen vigentes muchas leyes ridículas y obsoletas, las cuales, aunque no se apliquen, siguen reflejadas en las cartas magnas. Algunas de estas reglas fueron dictadas hace siglos, aunque otras son bastante recientes. Sigue con nosotros y conoce las 25 leyes más absurdas del mundo.
- En la República de Burundi está prohibido correr. El dictador Pierre Nkurunziza formalizó esta ley en 2014 para evitar que los opositores pudieran conspirar durante las carreras populares o los propios entrenamientos.
- En Bahréin los ginecólogos lo tienen algo difícil, ya que solamente podrán examinar los genitales de una mujer a través de un espejo, nunca mirándolos directamente.
- En Indonesia la masturbación es ilegal, y su pena es la decapitación.
- En Singapur está prohibido importar, fabricar y vender chicle desde 1992. Las personas que infrinjan esta ley se enfrentan a penas de hasta dos años de cárcel. Masticarlo también es ilegal, aunque en esta ocasión la condena es monetaria.
- Los suizos no pueden tirar de la cadena a partir de las 22h, ya que molestan a los vecinos con los ruidos.
- En Noruega, aunque absurda, tienen una ley que parece bastante útil. En época de elecciones no permiten la venta de bebidas con más de un 4,75% de alcohol, ya que este podría enturbiar las votaciones.
- Los franceses se toman la historia muy en serio, por eso está prohibido llamar Napoleón a un cerdo.
- En Londres está prohibido coger un taxi si tienes la peste.
- Todas las embarcaciones de la Armada Real Británica que lleguen al Puerto de Londres deben regalar un barril de ron a las personas encargadas de dirigir la Torre de Londres.
- Nadie puede morirse dentro del Parlamento Británico, ya que este edificio tiene el estatus de Palacio de la Familia Real, por lo que el difunto debería ser enterrado con honores.
- Y los taxis deben estar muy atentos con sus pasajeros, ya que está totalmente prohibido que transporten cadáveres o perros con la rabia.
- En York es posible asesinar a un escocés dentro del recinto amurallado, pero solamente si el «forastero» lleva un arco y flechas.
- En Chester la han tomado con los galeses, los cuales no pueden entrar en la ciudad antes de que salga el sol ni permanecer en ella una vez haya entrado la noche.
- En Reino Unido un hombre puede orinar en público, pero debe apuntar a la rueda de su vehículo y mantener la mano derecha apoyada en él.
- Si es una mujer embarazada la que debe hacer pis, podrá hacerlo en cualquier lugar, también dentro de un casco de policía.
- Además, los jóvenes que vivan en este país deben practicar todos los días tiro con arco.
- Es ilegal también en Reino Unido, además de un acto de traición, colocar un sello al revés, siempre y cuando este posea la imagen de algún monarca británico.
- Las mujeres que residan en el estado de Vermont necesitarán un consentimiento marital siempre y cuando deseen o necesiten utilizar dentadura postiza.
- Y en Florida las mujeres no pueden saltar en paracaídas los domingos.
- En Kentucky no se pueden llevar armas ocultas de más de dos metros de largo.
- En Alabama no se permite vendar los ojos a una persona mientras conduce su vehículo.
- En Michigan, y desde 1952, no se permiten lanzar pulpos a las pistas de hielo durante un partido de hockey. Aunque esta no es una ley estatal, fue promulgada por la liga profesional de hockey cuando se volvió una costumbre demasiado habitual.
- En Los Ángeles está prohibido lamer a los sapos, ya que se cree que su piel desprende una sustancia que puede provocar síntomas semejantes a los producidos por el alcohol.
- Y parece que los vecinos de Oklahoma deben pasar mucha sed, ya que solamente se podrá abrir una botella de refresco bajo la supervisión de un ingeniero titulado.
- Los políticos de Tennesee consideran ilegal el que una mujer conduzca, siempre y cuando no vaya un hombre corriendo delante del vehículo y ondeando una bandera roja para avisar a los demás conductores del peligro.