Fomentando la lectura a orillas del mar
1 minuto de lecturaCon ediciones a mitad de precio y títulos taquilleros, las librerías rodantes aprovechan el día de playa para salir a buscar lectores, sumándose a la gran cantidad de vendedores ambulantes que recorren la Costa Argentina.
Rodrigo se abre paso empujando su carro de libros por Playa Grande. Unos van haciendo equilibrio y otros son sostenidos por cuerdas y elásticos. Después de 50 metros de esquivar partidos de fútbol-tenis, de alguna frenada intempestiva porque se cruzó un nene, la librería rodante para. Siempre en la orilla, porque la arena está dura y es más fácil andar, siempre con el agua del mar mojándole los pies.
Los que se acercan cumplen casi todos con el mismo ritual. Se paran primero a un metro del carro, leen algunos títulos de lejos, dan un paso, estiran el cuello y fruncen el ceño como intentando dilucidar alguna portada. Es Rodrigo, el que con un “por favor agarre y mire, no hay ningún problema”, les termina de dar a todos el último empujón hacia adentro de su librería ambulante.
“Mi papá lo hace hace 15 años y yo arranqué el año pasado por mi cuenta», cuenta Rodrigo. Entre los autores más consumidos, revela sin dudas que «se venden muchos libros de Gabriel Rolón» y novelas o textos de psicología emocional.
Fuente: Infobae