Los edificios se iluminaron de azul por el día del Autismo
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En el día de ayer se conmemoró el Día Mundial de la Toma de Conciencia sobre el Autismo. Los edificios más emblemáticos y las avenidas principales se tiñeron, po0r ese motivo, de azul. Dicho hecho, ocurrió en el mundo, en el país y en la Ciudad de Buenos Aires.
En suelo porteño, la actividad principal estuvo concentrada en la Plaza del Congreso Nacional. Bajo la consigna «Argentina habla de autismo», cientos de personas se reunieron alrededor de las 16 horas frente a un escenario montado a pocos metros de la avenida Entre Ríos.
Antes, durante el fin de semana largo, el Congreso había estado iluminado de azul, también la Casa Rosada, el Obelisco, la Legislatura de la Ciudad, el Monumento de los Españoles, el Puente de la Mujer y la Floralis Genérica.
El azul es el color que se eligió como símbolo del trastorno: «azul brillante como el mar calmo en un día de verano, pero también azul profundo como un mar tempestuoso», grafica el movimiento a nivel local y mundial.
El autismo es una condición neurológica que afecta el comportamiento de una persona, su interacción, comunicación y aprendizaje. Se llama «trastorno de espectro» porque se reconoce un abanico de síntomas.
Si bien en la Argentina no hay datos oficiales, se estima que se cumplen las mismas tasas de incidencia que existen en Estados Unidos donde uno de cada 68 chicos tiene autismo. Ayer, familiares, padres y amigos de personas con autismo se reunieron para visibilizar los derechos de aquellos que padecen el trastorno y pedir la reglamentación de una ley de detección temprana.
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