Sara Vallejo: La abuela trotamundos
3 minutos de lecturaTé corrijo, Tengo 82 años a punto de cumplir 83, soy una mujer como cualquier otra, no sé si lo mío es una hazaña. Ocasionalmente ando sola pero por seguridad trato de ir acompañada, para la charla y la comunicación es bueno…” comenzaba diciendo y orgullosa de tener dicha experiencia y templanza para continuar con su viaje, aunque ahora frenada por la pandemia. Le consultamos que le detonó salir a conocer el mundo…! “Lo venía analizando desde hace mucho tiempo. Como veía que mi vida no tenía proyectos. Tuve restaurant, fui taximetrera para los nietos, fui profesora de inglés, vi que mis amiga jugaban a las cartas y yo dije, esto no es lo mio, me considero joven, así que vendí mis pertenencias y compré un motorhome. Por suerte, el cuerpo me acompaña demasiado para hacer esto aunque con limitaciones como no poder subir una montaña o caminar demasiado. Mi deporte es manejar…” También le consultamos si lo puso a consideración de la familia esta decisión, ..”Como..? Ni siquiera lo puse a consideración de la familia. En broma les dije que se quedaban sin herencia porque me iba a comprar un motorhome y me iba a recorrer lugares…” por otro lado y con respecto a la organización de los viajes: “No soy de planificar mucho cada viaje. Voy a donde me lleva el viento, con la tecnología me llevo bien porque es imprescindible para cada aventura. Mucho aprendí, cuando recién empezaba esto de la computación me interesó y pude capacitarme. Miedo no tengo porque si no, no podría hacer esto. Por suerte me he encontrado a lo largo de mis viajes con buena gente. La primera idea era una recorrida por Sudamérica pero luego cada viaje me fue llevando por distintos lugares, salí de Uruguay, seguí por Brasil…recorrí la costa, llegue al norte, aunque entrando y saliendo al mar, me gusta mucho..en el norte encontré una formación de médanos como el desierto de Arabia Saudita y en el medio unas lagunas de agua dulce, fue todo una aventura, después seguí hasta Belén, no tenia como cruzar para Colombia, y me tome una balsa, subí el motor home y navegue por el Río Amazonas, eso fue una experiencia increíble.. No llegue a Ecuador, luego en la desembocadura del Amazonas, en el límite con Bolivia, Brasil y Perú, me fui a Cusco, Lima, luego tuve una experiencia con los Indios Chamanes, para volver por la ruta uno y llegar a Antofagasta y luego Argentina. Hice la Ruta 3, el sur hasta Comodoro Rivadavia…” La temperamental abuela que prometió pasar por Las Flores, escribió un libro “80 años no son nada” que se puede adquirir a través de su face https://www.facebook.com/adondemelleveelviento que con su venta apuesta a solventar los gastos de combustible para su viaje.
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