Cuando la naturaleza incomoda: control de orugas en arbolado urbano
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Desde la Subsecretaría de Ambiente y Espacios Verdes se reciben reclamos de casos puntuales de aparición de orugas, los cuales se verifican personalmente, como así se evalúa el tratamiento a realizar.
En los casos, en que las tareas de poda resulten más complejas, será el Municipio quien realice el trabajo de los reclamos recibidos. En cuanto a la fumigación, se sugiere realizarla de forma localizada y particular donde se detecte presencia de esta especie.
Se aclara que desde el Municipio no se realizará fumigación masiva en el arbolado de alineación, ya que los productos son medianamente tóxicos para el ser humano y se dispersarían no solo en los árboles, sino también en viviendas, veredas y patios.
Existen varias especies de Lepidópteros cuyas larvas (orugas) y adultos tienen pelos urticantes capaces de causar serios inconvenientes a los seres humanos.
Formas de atenuar los efectos adversos de esta especie
Es muy importante anticiparse al problema, para lo cual se deben contemplar algunos aspectos, por ejemplo: revisar troncos y ramas para tratar de encontrar ootecas y destruirlas, si esto no se logra se podría monitorear los árboles (sobre todo si sabemos que el año anterior tuvieron orugas) y ver si hay larvas activas para eliminarlas (cuanto más pequeñas, más susceptibles al insecticida).
También resulta interesante observar cuando se producen las procesiones de larvas desde la copa hacia el tronco, generalmente esto ocurre durante las últimas horas de la tarde o a la noche y allí quedan formando grandes grupos circulares, en esa situación y estando a una altura fácil de alcanzar se las puede eliminar mecánicamente, realizando una poda de limpieza de las ramas más afectadas o pulverizándolas con algún insecticida, mediante mochilas pulverizadoras de mano para acción localizada o con insecticidas en aerosol de uso familiar. Es importante tener en cuenta, en lugares poblados, ser cuidadosos en la elección del producto a utilizar.
Este proceso biológico natural ocurre en mayor cantidad en los años en que los inviernos no son tan rigurosos (como el actual) y se extiende en los meses de diciembre y enero.
A pesar de los inconvenientes que causan estos insectos, son parte de la biodiversidad de nuestra ciudad, y es obligación del Municipio proteger la Salud Pública, por lo que no se recomiendan grandes fumigaciones, siendo el control mecánico es más favorable para la zona urbana.
Las especies más afectadas en nuestra ciudad son: Liquidambar, Fresnos. Acer negundo y Acacia bolita.
Recomendaciones de la Secretaría de Salud
En caso de tomar contacto estas orugas con la piel (son de la familia a las vulgarmente llamadas “gatas peludas”), se recomienda limpiar la zona afectada con agua y jabón blanco, posteriormente cubrir con cinta (tipo empaque) y retirarla de manera inmediata. Este proceso elimina los pelitos o pinches que producen el ardor y la picazón. Luego lavar nuevamente con agua y si es necesario aplicar hielo. En caso de ser alérgico acudir al médico.